jueves, 29 de noviembre de 2007

Poema Sor Juana. Elsa Hernandez


Este amoroso tormento
Que en mi corazón se ve,
sé que lo siento y no sé
la causa porque lo siento.

Siento una grave agonía
por lograr un devaneo,
que empieza como deseo
y pára en melancolía.

Y cuando con más terneza
mi infeliz estado lloro,
sé que estoy triste e ignoro
la causa de mi tristeza.

Siento un anhelo tirano
por la ocasión a que aspiro,
y cuando cerca lo miro
yo misma aparto la mano.

Porque, si acaso se ofrece,
después de tanto desvelo,
la desazona el recelo
o el susto la desvanece.

Y si alguna vez sin susto
consigo tal posesión,
cualquiera leve ocasión
me malogra todo el gusto.

Siento mal del mismo bien
con receloso temor
y me obliga el mismo amor
tal vez a mostrar desdén.

Cualquier leve ocasión labra
en mi pecho, de manera
que el que imposibles venciera
se irrita de una palabra.

Con poca causa ofendida
suelo, en mitad de mi amor,
negar un leve favor
a quien diera la vida.



Ya sufrida, ya irritada,
con contrarias penas lucho:
que por el sufriré mucho,
y con él sufriré nada.

No sé en qué lógica cabe
el que tal cuestión se pruebe;
que por él lo grave es leve,
y con él lo leve es grave.

Sin bastantes fundamentos
forman mis tristes cuidados,
de conceptos engañados
un monte de sentimientos.

Y en aquel fiero conjunto
hallo, cuando se derriba,
que aquella maquina altiva
sólo estribaba en un punto.

Tal vez el dolor me engaña
y presumo sin razón,
que no habrá satisfacción
que pueda templar mi saña.

Y cuando a averiguar llego
el agravio porque riño
es como espanto de niño
que pára en burlas y juego.

Y aunque el desengaño toco,
con la misma pena lucho
de ver que padezco mucho
padeciendo por tan poco.

A vengarse se abalanza
tal vez el alma ofendida,
y después, arrepentida,
toma de mi otra venganza.

Y si al desdén satisfago
es con tan ambiguo error,
que yo pienso que es rigor
y se remata en halago.

Hasta el labio desatento
suele, equívoco, tal vez,
por usar de la altivez
encontrar el rendimiento.

Cuando por soñada culpa
con más enojo me incito,
yo le acrimino el delito
y le busco la disculpa.

No huyo el mal ni busco el bien,
porque, en mi confuso error,
ni me asegura el amor
ni me despecha el desdén.


Yo creo que trata sobre el amor, pero no un amor simple; si no algo muy complicado y tiene como muchos sentimientos: amor, rencor, tristeza, enojo. Como que al mismo tiempo dice en el poema que lo quiere, lo odia, lo extraña y más que nada está enojada. Me gusto porque no es ni muy romántico ni muy rencoroso, como que no esta en ningún extremo. Muchos de sus otros poemas me parecieron muy algo, o que estaba muy enojada o muy enamorada o algo y este se me hizo un poco mas relajado. También me gusto por algunas de las cosas que dice.

No hay comentarios: