Que discurren fantasías tristes de un ausente
Prolija memoria
Permite siquiera
Que por un instante
Sosiegue mis penas.
Afloja el cordel
Que, según aprietas,
Temo que reviente
Si das otra vuelta.
Mira que si acabas
Con mi vida, cesa
De tus tiranias
La triste materia.
No piedad te pido
En aquestas treguas
Sino que otra especie
De tormento sea.
Ni de mi presumas
Que soy tan grosera
Que la vida solo
Para vivir quiera.
Bien sabes tu, como
Quien esta tan cerca,
Que solo la estimo
Por sentir con ella
Y porque , perdida,
Perder era fuerza
Un amor que pide
Duracion eterna.
Por eso te pido
Que tengas clemencia
No porque yo viva
Sino porque el no muera.
¿no basta cuan vivas
Se me representan
De mi ausente celo
Las divinas prendas?
¿no basta acordarme
Sus caricias tiernas,
Sus dulces palabras,
Sus nobles finezas?
¿y no basta que,
Industriosa, crezcas
Compasadas glorias
Mis presentes penas
Sino que (¡ay de mi!
Mi bien ¿Quién pudiera
No hacerte este agravio
De temer mi ofensa?)
Sino que, villana,
Persuadirme intentas
Que mi agravio es
Posible que sea?
Y para formarlo,
Con necia agudeza,
Con cuerdas palabras,
Acciones contestas;
Sus proposiciones
Me las interpretas
Y lo que en paz dijo
Me sirve de guerra.
Si habrá quien merezca
De tus bellos ojos
Atenciones tiernas;
Si de otra hermosura
Acaso le llevan
Meritos mas altos,
Mas dulces ternezas;
Si de obligaciones
La carga molesta
Le obliga en mi agravio
A pagar la deuda?
¿para que ventilas
La cuestión superflua
De si es la mudanza
Hija de la ausencia?
Yo ya se que es frágil
La naturaleza
Y que su constancia
Sola es no tenerla.
Se que la mudanza,
Por puntos, en ella
Es de su ser propio
Caduca dolencia.
Pero también se
Que ha habido firmeza,
Que ha habido excepciones
De la común regla.
Pues ¿Por qué la suya
Quieres tu que sea,
Siendo ambas posibles,
De aquella y no de esta?
Mas ¡ay! Que ya escucho
Que das por respuesta
Que son mas seguras
Las cosas adversas.
Con estos temores,
En confusa guerra, entre muerte y vida
Me tienes suspensa.
Ven a algún partido
De una vez y acepta
Permitir que viva
O dejar que muera.
Personalmente me parece que este poema refleja muy bien lo que es el amor.
Como sabemos sor Juana tiene una manera muy especial de escribir, sus poemas son melancólicos, y muchas veces nostálgico.
Me encanta su manera de escribir ya que muestra un parte de cada sentimiento que normalmente muchos autores tratan de ignorar y hasta ocultar. La parte melancólica y triste.
En este poema en especial nos habla del amor, pero como ya dije muchas veces, no del amor en el que están presentes los arco iris, las sonrisas y los corazones volando, si no, habla de la melancolía que es esperar a alguien, amar a alguien y que esta persona no este ahí.
Sor Juana tenia una forma muy avanzada de pensar. Aun en estoes días sus poemas pueden ser aplicados, ya que estos temas son de todos los tiempos, que son el amor, dios y los hombres.
Me gusta mucho mucho su manera de escribir, de pensar y la manera en la que se defendió en su época, donde los hombres tenían en poder.
Me identifico mucho con ella, ya que se, y lo puedo decir… la vida tiene una parte buena y una mala, y eso es lo mejor de esto…
Sin lo malo, no podríamos apreciar lo bueno
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